Convergencia de Épocas
La mezcla de mobiliario moderno con colores de la paleta escandinava fue la apuesta del decorador bogotano Diego Rincón para generar un diálogo con las líneas definidas de esta casa de los años cincuenta, en la Florida.
"¡Diego!, compré una casa mid–century, ¿Qué hacemos con esto?". Esas fueron las palabras de la nueva propietaria de Swanton Residence, una psiquiatra nacida en Nueva York, pero afincada en Oakland Park, al sur de la Florida. Así fue como el diseñador bogotano se dio a la tarea de imaginar formas y colores para amoblar esta vivienda de 280 metros cuadrados, diseñada a mediados del siglo pasado. ÉL mismo describe su trabajo dentro del terreno de lo ecléctico. Optó por compaginar tonos pastel y escandinavos, poco usuales en el etiquetado Sunshine State, con piezas modernistas y de los años sesenta y setenta. Rosa pálido, verde manzana o un poco de blanco. Esos son los acentos que tiene la paleta de este proyecto. Entre las piezas destacadas está lo mejor del diseñador estadounidense de origen finlandés Eero Saarinen, como la icónica mesa Tulip con su tapa de mármol, rodeada de sillas danesas –absolutamente modernas– de la firma Muuto. Diego Alejandro Rincón (Bogotá, 1982) admite, una y otra vez, que su trabajo tiene elementos modernistas, a veces bohemios, ciertamente atemporales. "La mayoría de las lámparas de la sala son vintage, cada una escogida con gran cuidado y traídas de partes diferentes de los Estados Unidos. Alguna incluso la encontré en Bélgica. Las tres que están sobre el comedor, por ejemplo, son de estilo moderno y todas de color diferente. Quería algo muy limpio y esas tres bolas de cristal me parecieron interesantes".
En la habitación principal cuelgan dos fotografías de imágenes desérticas en colores suaves que mantienen el espíritu escandinavo. Son piezas del artista estadounidense Jordan Sullivan. "Cuando elegí esas dos obras me pareció que lo mejor que podía usar para la pared era un papel de colgadura gris que compré en la tienda Maharam, en Manhattan. Su patrón es muy sutil y contrasta de forma muy natural. A partir de ahí empecé a desarrollar el resto del espacio", explica el colombiano, quien fundó en EE. UU. la firma de diseño interior Diego Alejandro Design.
Cada objeto en la vivienda viene de un lugar diferente. El gabinete vintage, importado del Reino Unido, y ubicado en la parte posterior del comedor, es uno de los elementos que más tardó en encajar en su lugar. Cuando lo recibieron, la clienta se mostró reticente por que le pareció muy grande, pero Rincón sabía que se necesitaba un mueble de esas dimensiones para ese espacio. Solo cuando el diseñador cambió las luces y acomodó encima un pequeño florero acompañado de un cuadro, la propietaria se convenció de que ese era el lugar perfecto y pidió que lo dejara ahí. "Finalmente entendió lo que yo tenía en mente".
La mesa de centro italiana de la sala, los sofás que la rodean y las dos sillas club forman parte de un discurso coherente. Con excepción de dos cojines con decorados florales tejidos a mano, adquiridos en la tienda neoyorquina Judy Ross Textiles, todos los demás son hechos a la medida por diferentes fabricantes.
"Siempre había querido hacer una casa mid–century por que forma parte de un periodo que destila una esencia pura, esta tiene líneas bien definidas. Lo que propuse, en el mismo sentido, fue mobiliario de diseño limpio y simple, con el que la clienta pudiera convivir en perfecta armonía".
Source: Revista Axxis Colombia